martes, 5 de agosto de 2008

basura



Aunque aquí se reutiliza absolutamente todo hasta la saciedad, los miles de envases de productos importados -junto a esas bolsitas negras- están por todas partes. La infraestructura de recogida no existe. Las alcantarillas abiertas recorren las calles principales y en la mayoría de los casos están estancadas, además de utilizarse como papeleras. La basura de los ‘container’ se quema en el mismo centro de la ciudad. Esto se ha asumido ya como lo normal y no existe una respuesta por parte de nadie.

Maame (o ser niña en Ghana)


Maame vive en el barrio del Zongo, uno de los más pobres de la ciudad, de mayoría musulmana. Es la pequeña de sus hermanos, tiene 9 años y asiste a una escuela pública musulmana, aunque su hermana mayor va a una católica. Sus padres viven en Kumasi, pero decidieron mandarlas a ella y a su hermana a Sunyani, donde vive otra de sus hermanas (en total 16 hermanas y 5 hermanos), para que la ayudaran en la casa y fueran a la escuela. Así, cada tarde, al salir del colegio se cambia el uniforme escolar, se pone su máscara de adulta y sale a la calle a vender bolsitas de agua potable por el centro de la ciudad, en las inmediaciones de mi casa. Igual que su hermana y que muchas otras niñas. Muchos días pasa a verme. Se ha convertido en una de las constantes visitas que recibo. Raro es el día que no oigo gritar desde la puerta ‘madame Ana!!’ -así se llama a las profesoras por aquí y, como todo el mundo sabe que tengo algo que ver con una escuela, me ha tocado lo de ‘madam’-. Está un rato en mi casa y paradójicamente a veces me pide agua. Siempre antes de que anochezca, cuando cree haber vendido lo suficiente como para que su hermana mayor esté contenta y no haya reproches, aunque parece que a veces los hay de todas formas, se vuelve a su casa para estudiar un rato y hacer las tareas del día siguiente.

panorámica




En primer término la escuela de Saint Patrick en construcción y al fondo la de Saint James ya terminada.

menudos son ellos