martes, 9 de diciembre de 2008

Gracias a la amabilidad de la gente que trabaja en la Oficina de Educación del Distrito de Wenchi, el siguiente distrito al Norte de Sunyani, he podido conocer algunas de las escuelas rurales de la zona.

Nkonsia

En la comunidad de Nkonsia, el pasado Mayo una tormenta se llevó por delante la única escuela de Júnior Secundaria (que supone el tercer ciclo de la educación básica obligatoria) de la población, a la que además acudían estudiantes de muchas poblaciones cercanas cuyas escuelas sólo cubren hasta el nivel de primaria. De esta manera, muchos alumnos han abandonado sus estudios, otros se han desplazado a la escuela del pueblo de al lado, colapsándola, y otros (127 alumnos a día de hoy) siguen atendiendo las clases bajo los arboles o, si llueve, los tres niveles de JHS se meten juntos en una de las Iglesias del pueblo (cuando no hay ninguna otra actividad prevista en ésta).



Las escuelas de Preescolar y Primaria (completamente colapsadas de alumnos) pertenecen a la Presbyterian Unit y fueron creadas en el año 1961, siendo una de las primeras escuelas de la zona, pero en 1987 el Distrito decidió apoyar a la comunidad y a toda la zona con la creación de la primera escuela municipal de JHS.



Amii Nkwanta

El año pasado los vecinos de Amii Nkwanta se pusieron en contacto con la Oficina de Educación del Distrito para construir su propia escuela. Hasta entonces los niños debían caminar 3 Km hasta el pueblo más cercano, o 5 Km hasta el siguiente. Muchos de los niños comenzaban muy tarde a ir a la escuela por la peligrosidad del trayecto (la carretera que debían recorrer es la segunda ruta en importancia del país, y por tanto es muy transitada) por lo que se quedaban en el pueblo o acompañaban a sus padres al campo. Ellos mismos la construyeron y aportaron el material, aunque para este primer año sólo consiguieron un profesor, que imparte clases a toda la escuela. Los diferentes niveles reciben sus clases con diferentes horarios y los alumnos más mayores han debido instalarse bajo las sombras de los árboles.


Kanease

Tras recorrer durante casi una hora un serpenteante camino que iba desapareciendo a medida que avanzábamos, llegamos a Kanease, una comunidad en medio de la selva cuya escuela se fundó en los años 80. Fue construída al modo tradicional, con tierra seca, y ha sido mantenida por los vecinos año tras año, ya que durante la estación seca la agricultura no da de sí y los campesinos aprovechan para reparar los daños que la lluvia ha causado en sus construcciones. Las difíciles condiciones de acceso y la ausencia de viviendas para los profesores complican la permanencia de éstos en la escuela.


Ayaayo

En Ayaayo una cubierta de aluminio supone la escuela completa. Las aulas se separan entre ellas únicamente por las pizarras que apoyan en el suelo y en la estructura de madera que sujeta dicha cubierta. Recibieron unos mínimos fondos de la Asamblea del Distrito (algo así como una Diputación Provincial en el Estado Español), con los que están construyendo una ampliación de la escuela. Otra cubierta, pero ésta de paja.



Wenchi

En Wenchi, capital del Distrito, aunque la situación presenta una visible mejoría, se ha debido recurrir en algunos casos a la imaginación: algunas viejas construcciones coloniales, que quedaron vacías tras la independencia, han sido re-utilizadas como escuelas. Tal es el caso de esta antigua hacienda inglesa en la que hoy se imparten clases a 200 alumnos de nivel de preescolar.


dibuja tu escuela






Lo más difícil para que algunas prácticas cambien en la escuela es conseguir que los protagonistas deseen ese cambio.

Anthony, el coordinador del programa de formación de profesores ha conseguido contagiar su entusiasmo a los profesores, sobretodo a las del KG. En mis sólo 10 meses en Sunyani la mejora de la actitud de los ocupantes del Parvulario es evidente. Uno de los problemas estrictamente académicos es la rigidez y falta de improvisación en la enseñanza. Tras trabajarlo repetidamente en las reuniones semanales, las profesoras dan rienda suelta a su imaginación creando situaciones divertidas durante las cuales los niños disfrutan y se divierten (y ellas también) al tiempo que aprenden. Hace poco organizaron un concurso de dibujo que una semana después repitieron las escuelas de Primaria. Ante la falta de material escolar reciclan objetos de deshecho para realizar actividades en clase. Emprenden excursiones por la parcela con sus alumnos para que éstos la descubran y conozcan…

viernes, 7 de noviembre de 2008



de vuelta

En los últimos tiempos el acceso a Internet se me ha complicado, al tiempo que la población de virus informáticos se triplicaba en Sunyani, así que me ha sido imposible actualizar el blog... pero ya estamos de vuelta, con la salud virtual recuperada (al menos de momento).

La primera foto pertenece a uno de los primeros días de funcionamiento de la guardería de Saint Patrick, que hoy está ya a pleno rendimiento. Y abajo el equipo de trabajo al completo (o casi, que aquí las cosas nunca son del todo exactas).
En Septiembre, tras terminar el parvulario, retomamos las obras en los edificios de Primaria y Secundaria, estando ya en fase de acabados. Hoy por fin han llegado las maquinas para nivelar y compactar el terreno, pero como aquí no se pierde el tiempo, mientras las máquinas trabajaban en lo suyo, otros cribaban la arena para hacer el cemento y después enlucir el suelo de las aulas...




Al final del día, los primeros en terminar nos sentamos un rato a mirar cómo los otros trabajan. Esto es un gustazo en todas partes, no?

martes, 9 de septiembre de 2008

el verde no es sólo un color

A veces sorprende cómo las cosas que a priori deberían ser más complicadas salen solas y sin embargo aquéllas que parecen nimias cuestan numerosas batallas... El ejemplo, en este proyecto, está en todo lo relacionado con la vegetación...

Hace ya casi 6 meses, al poco de llegar yo a Sunyani, se planteó con cierta urgencia cómo debía ser la plantación de los árboles del patio del colegio ya terminado de Saint James, ya que el Sol castigaba (y aún lo hace) duramente la explanada destinada a los juegos de los alumnos. Esta tarea formaba parte de la aportación económica local al proyecto, así que, después de varias reuniones con unos y otros se decidió qué ejemplares plantar, cuándo hacerlo (debía ser antes de la época de lluvias) y en qué posición.


Inmediatamente se procedió a la excavación para la posterior plantación. Pero esa inmediatez terminó ahí. Los árboles pactados no llegaban nunca y nadie sabía por qué. Hasta que un día, después de 4 meses de espera, llegaron por sorpresa 24 pinitos (tan chiquitos que en las fotos es difícil diferenciarlos de los hierbajos del terreno) que los alumnos de la escuela, dirigidos por el profesor de Ciencias de la Agricultura y ayudados por los otros profesores, se encargaron de plantar no sin cierto escepticismo: Nadie sabía por qué finalmente se habían decantado por dichos pinos. ¿Una cuestión estética?.


Evidentemente esos pequeños pinos necesitaban mucho más que el árido y caluroso terreno sobre el que fueron plantados y murieron en unos pocos días, sin sorprender a nadie (excepto, quizás, a quien decidió darnos el cambiazo).


De nuevo, entre las risas de los trabajadores y los cadáveres de los pinos, se volvieron a excavar los agujeros y a rellenarlos de tierra fértil a la espera de los nuevos ejemplares. Y finalmente, durante estas vacaciones escolares llegaron tres especies distintas de árboles, más fuertes y adecuadas al terreno y al lugar. Se volvieron a plantar. Y todo el mundo parece estar de acuerdo.


El campo de batalla vuelve ahora a aquel magnífico mango que ya salvó una vez Miguel, el anterior expatriado, durante la excavación de la primera fase de proyecto. Ya hay quien me ha dicho que tengo cierto parecido con la baronesa Thyessen (o como se escriba) y que, quizás, debería encadenarme al mango...


... ¿Continuará?

Kwaku Owusu (o un africanista)



El director del Departamento de Ingeniería del Instituto Politécnico de Sunyani, con cuyos alumnos hemos llevado a cabo la segunda fase del programa de formación de trabajadores, consiguió una beca con la que estuvo estudiando en Londres un máster de construcción, pero jamás pensó en no regresar a Ghana (dice que en Europa todo va demasiado rápido). Pese a ser ambos católicos convencidos se casó con su mujer por la ceremonia tradicional, que supone un compromiso ante ambas familias. Sólo después de diez años de casados, con dos hijos a cuestas y hartos de no poder comulgar en misa, decidieron casarse por la Iglesia. Cambió su nombre de bautismo, Paul, por el que le corresponde por haber nacido en Miércoles, Kwaku, día al que el alma queda ligada según la tradición ashanti.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

mercado

Un bullicioso miércoles de mercado en Sunyani...




...y el mismo lugar cualquier otro día de la semana.

tierra


Cada año, después de las lluvias, toca reparar los daños causados en algunas construcciones hechas con tierra. Y, por supuesto, en la mayoría de los casos se hace a mano alzada...

kindergarten







Durante las vacaciones escolares de Agosto ha existido una calma sorprendente en el entorno de la obra... En este tiempo los trabajos se han centrado en el patio y los acabados de la guardería, que ya está prácticamente lista para recibir en dos semanas a los nuevos alumnos, cuando empezará el nuevo curso y el alegre alboroto habitual volverá al lugar.

lunes, 1 de septiembre de 2008

reacciones




Reacciones opuestas ante la visión de la misma 'obroni' (extranjera).

transporte



Un pequeño homenaje al fabuloso sistema de transporte público en Ghana. Aunque en un principio, desde nuestra mirada europea y ordenada, parece imposible que funcione, se podría definir casi como impecable. En la foto la Kejetia Station, en Kumasi, donde puedes encontrar un coche que te lleve prácticamente a cualquier punto del país. Sólo has de esperar un rato hasta que se llene.

danzas





Hace poco tuve el inmenso honor de ser invitada a presenciar el espectáculo que un grupo de estudiantes de secundaria del colegio de Teekyere, empujados por un profesor de danzas del Centro Cultural de Sunyani, han creado. Representan, mezclando percusión, danza y teatro, historias y tradiciones ancestrales. En poco más de un año de vida como grupo ya han ganado el segundo premio en el concurso nacional joven de coreografías tradicionales.

En una de las aulas de su escuela, con un foco como única iluminación y todo el pueblo apelotonado en las ventanas y una esquina del aula, la atm'osfera era tremenda.